jueves, 13 de agosto de 2009

Madre por Convicción


Hace un año, cerca del Día de la Madre, les comenté la historia de Jéssica; una madre cocinera de 23 años, con dos hijos y un marido agresor que se rehusa a ayudarla con la educación de sus hijos negándole pagar los 60 mil colones que la ley le exige por pensión. Ella es una madre, que si bien no planeó su embarazo a los 16 años, da su alma, vida y corazón por el bienestar de sus hijos.

Sin lugar a dudas, Madre, sólo hay una. Todos la hemos tenido. Hay Madres trabajadoras, Madres amas de casa, Madres estudiantes, Madres adolescentes, Madres jóvenes, Madres mayores, Madres exigentes, Madres relajadas, Madres empunchadas, Madres agotadas, Madres amadas, Madres agredidas, Madres felices, Madres tristes y la lista podría seguir; pero a todas ellas, a quienes las une los hijos de su propia sangre, también la sigue la Madre por Convicción.

Es aquella mujer que, sin poder experimentar la sensación de sentir como un ser humano crece mes a mes dentro de su pancita; ansía con todo su corazón sostener en sus brazos una nueva criatura tan inocente y pura que llena de sonrisas hasta el corazón más duro.

Aquella mujer que no para de rezarle a Dios obtener la oportunidad de dar ese amor a un bebé, en un hogar que será ajeno al propio, pero lleno de esperanza y oportunidades para el futuro.

No puedo evitar pensar que ellas también son Madres. Son Madres en su mente y corazón. No sólo aquellas que biológicamente lo son, si no las que su deseo las convierte en seres especiales, guías para los pequeños. Serán las que tendrán oportunidad de enseñarles a decir "mamá", de regañarlos cuando sea necesario, de consentirlos cuando lo sientan, de cuidarlos cuando estén enfermos, de ayudarles a estudiar cuando les cueste la materia, de sentirse orgullosa cuando se gradúen, de preocuparse cuando tengan su primer novio o novia, de llorar cuando se casen. Ellas serán.

A todas ellas, les llegará la oportunidad de convertirse en su mejor versión de ser humano.

Para vos, Naty, y para todas ustedes. ¡Feliz Día de la Madre!

martes, 19 de mayo de 2009

"Ya vino el muchacho a llevarse el carro"


Ayer me robaron mi vehículo, gracias al exceso de confianza de un guachi y un legítimo cuentazo, aunque no extraordinario de un sujeto que, a todas luces, sabía lo que hacía.

Tenemos 22 días de habernos trasladado a una nueva oficina en un centro comercial en Escazú y entre las mil maravillas que nos hablaron del lugar, era que, en 10 años nunca había sucedido nada que lamentar. A nadie le habían robado nada de las oficinas, todo era muy tranquilo y por supuesto, podíamos estar confiados por la seguridad de nuestros vehículos, los cuáles por cierto, los cuidan unos guachis a quienes se les paga 2 mil colones semanales por carro.

En efecto, el lugar se ve muy tranquilo y seguro, hasta ayer. Cuando terminé mi jornada laboral, a eso de las 7 pm, alisté mis cosas y salí para dirigirme hacia mis clases de inglés, cuando veo que el guachi, que no es el que ha estado permanentemente en ese lado donde parqueo, se me queda viendo extrañado y pelándome los ojos me dice "ya vino el muchacho a llevarse el carro".

Me quedé fría, volví a ver mi espacio y en efecto estaba vacío. Pensé que era una broma y no hablé por unos segundos. Al parecer, el tipo andaba vestido como de mecánico, con gorra y ropa sucia, dijo que él era el mecánico de mi carro y que ocupaba llevárselo. Aquí es donde se dan contradicciones; ayer, el guachi dijo que él "se fue de pollo" y le dijo "ah, sí, de la muchacha que trabaja en el segundo piso". Sin embargo, hoy, dijo que fue el propio robacarros el que le dijo que me conocía desde hace muchos años y que yo sabía de qué estaba hablando.

El ingenioso tipo, le dijo que iba a ir a recoger la llave y que ya regresaba. A los 10 minutos salió con una llave en la mano, abrió el carro y se fue tranquilamente. La alarma antisecuestros nunca funcionó. Claro, es que ellos hacen un circuito, las "queman" y en dos segundos ya el carro queda desprotegido y con una llave maestra lo abren como si nada.

Mientras le preguntaba con indignación, por qué no me había ido a buscar en ese momento y cómo era posible que creyera semejante cuento, que, a como están las cosas hoy en día, es más que evidente que es un timo más; él se puso nervioso y trataba de hablar con los guardas de seguridad del propio centro comercial para tratar de buscar más excusas que darme.

El local cuenta con un parqueo bajo techo, sin embargo hay que pagar $125 al mes por utilizarlo, adicional al alquiler de las oficinas. Es por esto que, la mayoría de los inquilinos, se ven obligados a parquear en los espacios de afuera, cuando tienen suerte de encontrarlo, si no, toca dejarlo en la calle, confiando nuevamente en los guachis.

El hecho ocurrió a las 2 pm y yo salí cinco horas después. Hice la llamada de rigor al 911 y terminé saliendo del OIJ a las 10 pm. Como, evidentemente no me iba a quedar callada, me fui a primera hora a hablar con la administración del local y la respuesta que me dieron es que, el INS no les ha dado póliza de seguros, por lo que no pueden ayudarme ni hacerse responsables de nada.

Yo parquié en los espacios que el local tiene pintados afuera para estacionar, entonces, deberían de poder hacer algo, ¿no?, ¿Y qué pasaría si los demando?.

A pesar de la cólera de ver lo inocentes e ingenuos (en extremo) que a veces somos los ticos, muchos han tratado de consolarme con decirme que debo dar gracias a Dios porque no fue un bajonazo o un hecho más grave qué lamentar.

Esto me preocupa. Ahora se supone que debo agradecer que me robaron el carro de esta manera y no me hicieron daño. El día de mañana, probablemente algunas de las personas que han vivido el horror de un bajonazo violento, tienen que dar gracias a Dios y darse tres golpes en el pecho porque no los secuestraron o algo peor.

Qué lástima que tengamos que llegar a conformarnos con la sociedad en la que estamos empezando a vivir.

jueves, 14 de mayo de 2009

¡Arriba!

Aunque ya se ha hablado mucho sobre él, oír el mensaje no hace daño.


miércoles, 22 de abril de 2009

Chicken a la Carte

¿Y usted se queja de la crisis?

jueves, 5 de marzo de 2009

Estragos para la Farándula


Si con ¿Quién quere ser un millonario? hubo comentarios y críticas; con Intrusos de la Farándula podríamos escribir una biblia completa y nos quedamos cortos.

Vamos por partes. Es una copia de La Oreja, sí. Y para quienes han visto el programa mexicano, se dan cuenta que las notas son tal cual las presentaron: persiguen a los entrevistados, hacen preguntas en extremo personales e irrelevantes para el televidente, pero que al final despiertan el morbo del target del programa y se encargan de mostrar el lado menos bonito de la "víctima" y más si se trata de la personas de la competencia.
Hay quienes se enojan y huyen (que son los que pierden) y hay quienes simplemente hablan sin ningún tapujo, vergüenza o tan siquiera consideración a sus familiares, como lo hizo Melissa Mora al decir que el dueño de la Guácima, un hombre casado, separado y vuelto a juntar; ha sido el amor de su vida, pues "una relación de cinco años no se olvida fácilmente"... Sin comentarios.

Pero lejos de su descaro y por lo poco que he podido ver del programa; me parece que su producción y tomando en cuenta todo lo dicho anteriormente, no ha sido tan mala. El set llama la atención, hay un intento de fluidez entre los presentadores, aunque podrían quitar a dos que sobran por mucho y darles clases intensivas de dicción al resto.
Las entrevistas a Linda Díaz, a cargo de Gilberto Valencia, fue de lo mejorcito que pude ver.

Ahora bien, tener ese programa todos los días es casi un abuso. ¿De dónde van a sacar tanto trapo sucio o será que se atreverán a contar todos los chismes que la gente medio oye, pero que nadie se anima a contar tal cuál como son?

Ya lo hecho, hecho está y el programa salió. Es una lástima que no hayan considerado el espacio para producir algo que realmente le sea útil al público. ¡Bendita sea la televisión por cable!

martes, 3 de febrero de 2009

¿Quién quiere ser "millonario"?


Aunque no lo vi desde el principio, el nuevo trapito de dominguear de canal 7 me dejó más sinsabores que la expectativa generada alrededor de un buen programa que ha llegado a muchos países con buena aceptación.

Para empezar, ¿quién le dijo a Ignacio que hablar de tú lo hace mejor animador? Mientras los concursantes le respondían, hasta con respeto, de usted; él seguía hablándoles de tú, tal vez tratando de suavizar su imagen de director de noticias, pero qué va! Lo preferimos como presentador. ¿Será que en el 7 solo le pueden dar esa tarea a Edgar Silva?

Creo que el mayor premio de la noche fue de millón y medio de colones, y una concursante anterior se llevó un millón de colones. Ignacio, con su nueva blanca sonrisa les dijo, "felicidades, ya eres un millonario". ¿Lo son de verdad?

Aparte de lo extremo delgado que estaba el director de noticias, al programa le falta madurar y mucho, así que esperaremos por una evolución positiva antes de emitir mayor criterio.

jueves, 29 de enero de 2009

El Plan Escudo


Esta noche, el Presidente de la República, Oscar Arias; anunció el plan para hacerle frente a la crisis que ya está haciendo sus estragos en ciertos sectores de país.

El detalle del plan está basado en cuatro pilares: Familias, Trabajadores, Empresas y Financiero.

Destaca el llamado que hizo el mandatario a las empresas privadas de reducir los salarios de los altos mandos, antes que despedir a los empleados más humildes. ¡Lástima que no lo hizo dos días antes, cuando La Nación hizo su reajuste interno!

Creo que unas ideas están atinadas, otras definitivamente habrá que esperar para ver su resultado.

Aquí está el discurso de que dio esta noche y su Plan Escudo.